martes, noviembre 07, 2006

un navegante cualquiera

















Imagine un cielo para navegarle
un oceano para pintarle
y entonces me converti
en el ave que en su plumaje lleva
todo el color y toda la fuerza
la voluntad convertida en esperanza
y asi vivi y canse mi espalda

imagine un firmamento para soñarle
un amanecer para despertarme
y entonces fui, precisamente
el soñandor mas grande, que dormido
pintara con la voluntad volatil
y con el color mas sutil y mas fragil
...finalmente dormi, ... y mori como las aves

4 comentarios:

pRinCes@rtigas dijo...

¡Qué hermosa! me encantó Gabriel, siempre es grato pasar a leerte, tienes una capacidad de expresión hermosa,... gracias.

Un abrazo.

Sandra Becerril dijo...

Ahhh!! Qué bello final, de verdad

besos

Ricardo Olvera dijo...

sigues siendo el soñador más grande querido Gabriel...

abrazo

CF

Deli dijo...

Precioso, precioso, precioso! Ave que duerme, ave que muere, ¡ave que renace!
Un abrazo.