Tu piel es un diluvio
de insensateces aquietadas
pórtico del templo tuyo
escapatoria mía, atribulada.
Está hecha del fuego
que se calma por mis sabanas
horizonte de los palmares
en que reflejan tus esmeraldas.
Es como un mar inquieto
de saciedades abandonadas
mitológica entrada al cielo
intimidante vastedad en calma.
Tu piel, atisbo de la tormenta
que se acaricia al tocarla,
en el jardín de mi alma
fragancia que mas me embriagaba.
La nostalgia de mi mirada
se entretenía allá por tu cama
y la dicha de mi tristeza
era en tu piel, extravaganza.
Hoy tu piel es remembranza
mis anhelos ya no son, son nada
he de morirme una madrugada
en la ausencia de acariciarla.
de mi coleccion de versos "viento esmeralda"
Copyright todos los derechos reservados por Gabriel Pablo Zorrilla
Mendoza, abril 2006, SEP, México.
1 comentario:
mi querido gabriel
mira que me sorprendes
eres una mente
llena de espacios
jajaja
muchos
un gusto me encanto
esta de mas decirque eres muy bueno
y que el corazon los dedos y las teclas hacen muy bien su trabajo
besos.
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